domingo, 1 de agosto de 2010

Vínculo Afectivo- Maestro Alumno

VÍNCULO MAESTRO – ALUMNO

MA. ELENA RUIZ VALLEJOS


SETIEMBRE 30 DE 2000

La escuela cambia con el tiempo sin embargo la función de educar es invariable.

          “Educar significa la posibilidad de sacar de, crear y recrear nuevas formas, nuevas ideas, imágenes, significa renovar cultura de generación en generación”. En el interactuar de fuerzas entre lo antiguo y lo nuevo entre lo que hay por aprender y lo que hay por descubrir, entre el conocimiento y el goce por conocer se encuentra el vínculo afectivo de la relación maestro - alumno. Si el vínculo es positivo es muy probable que no solo la relación humana con el maestro sea buena en si misma sino que el goce por aprender, crear y descubrir encuentren disponibilidad.

             En los primeros años escolares el niño se encuentra en un momento de desarrollo psicológico en que necesita que sus logros sean reconocidos por los demás en un proceso de autoafirmación, que lo convertirá en un sujeto activo de cambio y por tanto transformador del mundo que lo rodea, debido a ello el acompañamiento afectivo y cognitivo que brinda el maestro es muy importante para ello es necesario que el maestro pueda hacer uso de sus potencialidades y encuentre placer en su labor, que pueda ser creativo y hacer del proceso no solo de aprendizaje sino el de crecimiento como persona algo placentero para los alumnos. Pero qué pasa con aquellos niños y maestros que no logran establecer vínculos positivos?

         Considero que surge la necesidad imperiosa en el maestro de conocerse, de saber ¿quiénes somos? 
“El que cada maestro tenga una experiencia de conocimiento personal influye en sus relaciones con otros seres humanos en especial con los niños; lo ayuda a tener la capacidad de dar un trato personal a cada alumno, de respetar sus capacidades; expresadas en habilidades destrezas y actitudes para aprender”.

Ya que esa es la misión de la escuela: la de ofrecer al niño la oportunidad de SER PERSONA estableciendo relaciones equilibradas: consigo mismo, con su historia, con los otros y con la naturaleza, favorecer el que encuentre placer en el aprendizaje y satisfacción en sus logros escolares, por ello es necesario que previamente meditemos sobre: EL APRENDER, …“veremos que éste significa aceptar que alguien sabe más que uno, significa reconocer que cuando somos niños, somos pequeños, y que el otro, de quien podemos aprender, es grande, sólo es posible aprender de otro, si somos capaces de reconocer que ese otro tiene algo valioso, ( el ser persona) como cuando al ser bebes asimilamos de la madre, aprender es tener hambre, es tener curiosidad , es querer descubrir ...”(Abadi .S)

           Y todo esto es posible porque podemos pensar, y al pensar recrear y aprender que ¡en la memoria, nada se pierde!. Esta afirmación no es omnipotente es simplemente reconocer el poder existente en los procesos inteligentes, es esta capacidad de reflexionar, de meditar, de aprender, de crear que está tan ligada a esa otra capacidad de hacer ideas. Cuando los niños juegan dicen: ¡tengo una idea! Será entonces necesario rescatar el niño que tenemos aprisionado en el fondo de nuestro ser.

           Ya que es en esa ilusión del juego y del crear algo nuevo, de dar sentido, que lo esencial del aprender se reconoce.

         Y es aquí donde debemos volver a la importancia del vínculo afectivo entre el niño y su maestro. Como maestros podemos ayudar a los niños a extraer el máximo de energía y usarla, lo esencial en esta relación es que el maestro sea capaz de poder ayudar al niño a conocerse y esto requiere que nosotros pasemos por un proceso semejante. Debemos aprender a mirar nuestros sentimientos, "el mirarse ilumina la tarea educativa" despejando lo que en ella pueda existir de contaminante, quitar a nuestro accionar educativo la parte asfixiante, sancionadora, violenta, agresiva, indiferente. Alejar sentimientos, actitudes negativas del proceso de enseñanza aprendizaje y estar atento a las necesidades no solo a nivel de conocimientos sino y sobre todo de las urgencias que tengan en la dimensión afectiva de los niños que año a año la sociedad nos encarga ,sociedad que actualmente se ve menoscabada en valores , en tiempo en espacios para compartir , para reflexionar y sobre todo para dar AMOR es aquí donde veo que muchos maestros carecemos de madurez para enfrentar un proceso de auto reflexión de autoevaluación sobre nuestras capacidades parea conocernos y enfrentarnos a las necesidades afectivas de nuestros alumnos.

            “El maestro aparece ante sus alumnos como un espejo de lo que sus alumnos quisieran ser y nada perturba y quita tanto la seguridad como la inestabilidad afectiva en las relaciones sobre todo para un niño que necesita modelos y apoyo para formarse, y es que ocurre que la relación maestro alumno depende de lo que el maestro es inconscientemente, la naturaleza de su diálogo esta determinado por su historia, por el grado de empatía y por sus reacciones frente al comportamiento inconsciente del alumno”…


                El doctor Jorge Capella habla del maestro como "Un acompañante exigente", si se piensa en el término acompañante se alude a una imagen que tiene mucho en común con la del terapeuta, y por otro lado la exigencia incide en el aspecto formativo y demandante del maestro.



RECUERDA : Que la labor del maestro siendo un acompañante exigente no es fácil, eres una persona y no un conductor a través del cual se transmiten conocimientos , debes aceptar tus sentimientos como tuyos y no trates de imponerlos a tus alumnos, aprecia a tus alumnos como personas valorando sus opiniones, su capacidad para aprender y favorece su evolución.

              Muchas veces hemos escuchado a nuestros compañeros o nosotros mismos hemos dicho al referirnos a, algún alumno problema, ¿por qué es este niño tan difícil? Sin dejar de aceptar que definitivamente hay alumnos difíciles, una pregunta más acertada podría ser ¿POR QUÉ ESTE NIÑO ME ES TAN DIFICIL? ¿QUÉ ME REPRESENTA? ¿QUÉ ME MOVILIZA? O TAMBÍEN … ¿CON QUÉ RECURSOS CUENTO YO PARA AYUDARLO? Para lograr una respuesta a estas interrogantes y en general para favorecer un diálogo abierto entre alumno y profesor es necesario y urgente que el profesor tenga un CONOCIMIENTO DE SI MISMO Y PUEDA ACEPTAR SUS PROPIOS SENTIMIENTOS, SOLO ASI PODRÁ ACEPTAR Y DESPUÉS COMPRENDER LOS SENTIMIENTOS Y CONDUCTAS DE SUS ALUMNOS facilitándoles espacios de expresión y caminos que los lleven a ser hombres de pie con la capacidad de reencaminarse, de enfrentar y solucionar los conflictos que se les presenten..

PARA INTERIORIZAR Y ACTUAR EN CONSECUENCIA

“Ser un carpintero mediocre no es ser un mal hombre, sin embargo ser un mal maestro afecta a la PERSONA en lo profundo de su SER.” (M.R)



(Reflexión hecha a raíz de un incidente con un alumno de mi clase, Renato, alumno del primer grado, con quien no podía establecer un vínculo afectivo dado que yo no aceptaba sus conductas agresivas, por lo que después de varios intentos de comprender la situación, buscando tomar contacto, hablándole, ignorándolo, y retándolo, opté por encaminarlo ha dibujar todo lo que él sentía respecto a las personas y cosas más cercanas mamá, papá...hna, casa, amigos, maestra, resultando un Ser muy solitario, maltratado y con mucha desesperanza a su poca edad, desde allí logre establecer un vínculo afectivo; iniciándose con la escucha, y más escucha de sus temores de su pelea interna por ser reconocido, por ser querido ... y reconocí también que todo eso me recordaba de alguna manera vivencias de infancia que de alguna manera él con sus actitudes me las reflejaba, fue una experiencia emocionante que me permitió ayudarlo y me dio la oportunidad de evaluar mi actuar, mi Ser de maestro; sentir, vibrar y morir un poco cada día y trascender con y por mis alumnos.


Tal maestro tal Alumno” Pozo, Jeny
Revista de psicopedagogía Abadi, S.
“El docente de hoy” Ruiz Vallejos, María Elena.
“Profesores en conflicto” Esteve, José M.
“Una nueva mirada al vínculo maestro alumno” Trahtemberg.